{"blocks":[{"key":"8pf39","text":"ANIVERSARIO","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[{"offset":0,"length":11,"style":"color-rgb(209,72,65)"}],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"bqcah","text":"A 40 años de “Los cazadores del arca perdida”, de Steven Spielberg, un clásico que es más que una película, es una enciclopedia del mejor Hollywood.","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[{"offset":0,"length":148,"style":"BOLD"},{"offset":0,"length":148,"style":"fontsize-18"}],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"96v83","text":"___","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[{"offset":0,"length":3,"style":"BOLD"},{"offset":0,"length":3,"style":"fontsize-18"}],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"eud2t","text":"por DIEGO LERER","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[{"offset":0,"length":15,"style":"BOLD"},{"offset":0,"length":15,"style":"ITALIC"},{"offset":0,"length":15,"style":"fontsize-16"}],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"1uklv","text":"","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"64ne","text":"Cada espectador apasionado, cada cinéfilo consecuente, cada crítico o aspirante a serlo tiene una película fetiche, adorada y atesorada, la que le abrió las puertas al mundo del cine. Todos sabemos que quizás no sea la mejor pero es la que más nos representa o bien la que conecta con un momento en la vida en la que descubrimos que ver películas era, para nosotros, mucho más que un entrenamiento casual y pasajero. Eso me pasa con “Los cazadores del arca perdida”, el clásico film de 1981 de Steven Spielberg que cumple hoy 40 años. Con el tiempo uno puede ir encontrando razones y motivos para explicar su amor, es capaz de trazar una genealogía de sentidos y referencias que sirvan para analizarla, estudiarla y ponerla en un contexto histórico. Pero cuando es un pre-adolescente que va al cine a ver películas desconoce ese mapa y ese linaje. Si ama algo lo hace de modo directo, sin intermediarios, desde el puro disfrute sensorial. Y este es uno de esos casos.","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[{"offset":0,"length":967,"style":"fontsize-16"}],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"7e5gb","text":"","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"a8v61","text":"Un niño no podía nunca saber, en 1981, que “Los cazadores del arca perdida” podía definirse como una película retro y que sus códigos narrativos, su estilo propiamente dicho, eran heredados de décadas y décadas de cine clásico hollywoodense: bélico, de acción, de aventuras, de suspenso. Para ese chico parecía todo inventarse en el momento, surgía (al menos es esa época pre-VHS, pre-cable, pre-internet, pre-plataformas) como una máquina narrativa de funcionamiento perfecto, aceitado, imbatible. Era una película todoterreno. Tenía escenas en desiertos, en aviones, submarinos, trenes, caballos; de guerra, de aventuras, de acción, de humor, de terror, de suspenso y hasta de amor. No era tan solo una película, era el cine todo entero. Sus posibilidades condensadas en una historia, la de un tal Indiana Jones.","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[{"offset":0,"length":814,"style":"fontsize-16"}],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"afr0s","text":"","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"bi5fh","text":"Este arqueólogo aventurero, casi un género en sí mismo, era un personaje casi prototípico del cine clásico de Hollywood, de los seriales que narraban aventuras y las interrumpían en plena caída al vacío para continuarlas la semana o el mes siguiente. “Los cazadores del arca perdida” funciona así también. Es un encadenado de escenas potentes que muestran a nuestro irascible pero simpático héroe encarnado por Harrison Ford atravesando etapas de lo que parece ser un juego de niveles y complicaciones cada vez más grandes. Mucho antes de los efectos digitales y buscando conectar con un público familiar más inocente que el actual, Spielberg hacía su versión iniciática del blockbuster del siglo XXI.","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[{"offset":0,"length":701,"style":"fontsize-16"}],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"neig","text":"","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"7g8bf","text":"Pero se trataba de una película de nazis (“nazis, los odio”, decía Indiana), por lo cual hoy se termina viendo cómo una historia que viaja 40 años para atrás (un poco más, en realidad) desde 1981 a la época en la que transcurre la acción y hoy otros 40 para toparse con nuestra lectura a distancia. “Los cazadores…” es, más que cualquier otra cosa, una película sobre el amor a la aventura, a la peripecia (“amar la trama”, diría un cantautor uruguayo adicto a los juegos de palabras), a la ficción pura como motor de la narración. Es una celebración del acontecimiento como expresión vital, del romance encadenado a la experiencia (a la supervivencia, a la pareja que se rescata mutuamente), de la pasión por la tarea que uno eligió hacer y de la profesionalidad que hay que tener para hacerla.","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[{"offset":0,"length":795,"style":"fontsize-16"}],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"7m2o9","text":" ","type":"atomic","depth":0,"inlineStyleRanges":[],"entityRanges":[{"offset":0,"length":1,"key":0}],"data":{}},{"key":"e7gk4","text":"El Dr. Henry “Indiana” Jones (su apodo homenajea a esos seriales aunque eso lo desconocíamos entonces) es una creación completamente cinematográfica y al día de hoy los arqueólogos tienen que andar aclarando que lo suyo no es escapar de trampas mortales y ser perseguidos por nazis violentos o tribus aborígenes asesinas. Y la manera en la que su personaje nos va introduciendo en todos los registros posibles del relato de acción es como una clase maestra de historia del cine. Ya más grande uno puede ver “Los cazadores…” como una gran lección de un eximio profesor, casi una materia entera de la carrera de director dada por un tipo joven pero con un talento descomunal. Además de los subgéneros que recorre, están los tonos que maneja, yendo con facilidad asombrosa del más zumbón al más serio, del romántico al puramente reactivo. Y siendo capaz de ser lúdico sin perder del todo de vista que está contando una historia en cierto modo relevante.","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[{"offset":0,"length":950,"style":"fontsize-16"}],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"1d1fh","text":"","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"fp03m","text":"Uno tampoco podía darse cuenta, en ese lejano 1981, que casi todos los planos homenajeaban a otros (al expresionismo alemán, al cine de terror de preguerra, a la comedia muda de Hollywood, a “El ciudadano”, a John Ford, a Howard Hawks, a David Lean), que el montaje estaba calcado del cine de aventuras de los años ‘30 y que muchos de los diálogos tenían el ritmo ferozmente pendular de las comedias clásicas de esa década, acaso la mejor en la historia y en el desarrollo de todos los géneros clásicos que hoy conocemos en su versión maximalista/digital. Si uno ve “The Mandalorian”, sin ir más lejos, se dará cuenta que es más deudora del formato “Indiana Jones” que de la propia “Star Wars” de la que deriva, que su corazón está más cerca de la travesía, de la aventura y la superación de obstáculos que de la creación de complejos universos de personajes interrelacionados a la que hoy se dedica su hermana mayor.","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[{"offset":0,"length":917,"style":"fontsize-16"}],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"e6dt4","text":"","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"alg","text":"El formato “Indiana Jones” –aunque ya se esté filmando una quinta película de la saga– no fue el que triunfó en la historia de Hollywood. Si bien George Lucas también estuvo involucrado en este plan –fue el que originó todo–, a la industria le terminó siendo más útil el formato “Star Wars”, con su sistema narrativo expandible al infinito y más allá. Durante un tiempo pareció que iba a ser al revés, ya que la lógica de ópera espacial de “Star Wars” parecía haber quedado en el camino e “Indiana Jones” era copiado una y otra vez en esa década. Pero por motivos que no vienen al caso analizar en detalle ahora (resumiendo, podríamos pensarlos como las consecuencias de la adquisición de los estudios de Hollywood por corporaciones a partir de los años '90), la idea de la aventura light, simpática, contenida y a escala humana fue perdiendo peso para quedar hoy, casi, como una reliquia similar a lo que eran los seriales del '30 para los realizadores surgidos en los '70. Relatos de otra época en la que íbamos al cine a ver a personas de carne y hueso –más grandes que la vida pero definitivamente humanos– encarnar nuestros mejores sueños y representar algo así como nuestros ideales en una pantalla gigante en la que se notaban las rayas pero no tanto las grietas.","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[{"offset":0,"length":1270,"style":"fontsize-16"}],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"fj51p","text":"___","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[{"offset":0,"length":3,"style":"fontsize-16"}],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"e3b4p","text":"DIEGO LERER","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[{"offset":0,"length":11,"style":"fontsize-16"}],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"4lg9v","text":"Diego Lerer es crítico de cine. Fue editor del suplemento Espectáculos del diario Clarín y edita el blog Micropsia. En Twitter es @dlerer.","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[{"offset":0,"length":130,"style":"fontsize-16"},{"offset":130,"length":7,"style":"color-rgb(33,80,147)"},{"offset":130,"length":8,"style":"bgcolor-rgb(255,255,255)"},{"offset":130,"length":8,"style":"fontsize-16.8"},{"offset":130,"length":8,"style":"fontfamily-OpenSans, Times, \"Times New Roman\", serif"},{"offset":130,"length":7,"style":"UNDERLINE"},{"offset":137,"length":1,"style":"color-rgb(135,135,135)"}],"entityRanges":[{"offset":130,"length":7,"key":1}],"data":{}},{"key":"dhtd0","text":"","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[],"entityRanges":[],"data":{}},{"key":"ablf4","text":"","type":"unstyled","depth":0,"inlineStyleRanges":[],"entityRanges":[],"data":{}}],"entityMap":{"0":{"type":"EMBEDDED_LINK","mutability":"MUTABLE","data":{"src":"https://www.youtube.com/embed/0xQSIdSRlAk","height":"400","width":"700"}},"1":{"type":"LINK","mutability":"MUTABLE","data":{"url":"https://twitter.com/dlerer","title":"@dlerer","targetOption":"_blank","_map":{"type":"LINK","mutability":"MUTABLE","data":{"url":"https://twitter.com/dlerer","title":"@dlerer","targetOption":"_blank"}}}}}}